"Me fui de la estación, temía hundirme en cuanto saliera,
pero no.
Caminé en línea recta, sin llorar, sin pensar, solo con la sensación abrumadora de que no debía detenerme jamás, de que el menor asalto sería atroz".
***
¿Cuántas veces no he sentido lo mismo?
1 comentario:
¡Cuántas veces!
y las que faltan.
Publicar un comentario