Esta perrita es anciana y tiene epilepsia.
La noche nos sorprendió con truenos y relámpagos.
Ella tiene miedo.
Así que la invité a dormir conmigo.
Confieso que me produce una gran felicidad crear condiciones para que un ser sintiente experimente tranquilidad.
(Entonces, mientras su cabecita descansa en mi pierna, rezo para que toda mi buena fortuna se convierta en la causa de felicidad de todos los seres sintientes).
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