viernes, 5 de diciembre de 2008

Una tarde no muy común


Me acosté en el piso y comencé a lanzar por la puerta las almohadas, los cojines (incluso a vaca), y todo lo que tenía cerca, hice mucho ruido...Esperé una hora, dos...y nadie vino.

Entonces me levanté y recogí todo yo misma. Entonces me di cuenta...de nuevo estoy sola.


(V)

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