sábado, 8 de noviembre de 2008

Cuento


Nació una flor fragante y pura en el jardín del sol. Oh sensación que es florecer!

Y habló la envidia de otra flor mayor: "no dejes que te mire nunca el sol, porque te debes a tu encierro, si no hay ninguno digno de aspirar tu encanto, tu candor, así te digo pequeña flor".


Creció una flor y fué delicia del jardín del sol, pero envainada en su capullo por la duda y el orgullo que intentara abrir la vieja flor, ¡oh tentación! esa flor tembló, qué sola y vana era la vida hasta hoy.

No hay nada aparte de esa voz, si todo es vano ¿por qué nací flor?, ¿por qué soy triste y transparente?, ¿por qué susurra mi razón?, ¿por qué oigo trinos tan risueños que ruboran mis empeños de guardarme virginal de sol?, de sol.

Y entonces fué que el sol vertió en cascadas, la ternura y un candor enamorado en la caricia de su rayo y dió luz a un beso en mayo, pero al mismo tiempo fué secreto que se cuenta despacito al oido de mi amor.


A ti mi flor, mi niña pura, a quien canto esta canción porque te quiero.

Y los temores que sembraron viejas flores en tu pecho se perdieron poco a poco.

Tan cansada y triste voz.


Porque invoco la ternura que se inventa con mi amor...

Porque quiero florecer contigo siempre en el jardín del sol...
(F.Delgadillo)

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